LÍBER ARCE Y MILTON REYES: dos vidas, dos militancias y dos muertes paralelas



 

Líber Arce, ese eterno joven revolucionario, con ese nombre tan simbólico (LIBERARSE), quizá no hubiera sido conocido en el Ecuador, ni en otros países de Latinoamérica, sino es por el Comando Líber Arce del Movimiento de Liberación Nacional MLN Tupamaros del Uruguay, que ejecutó algunas acciones emblemáticas.

Cientos de jóvenes revolucionarios latinoamericanos han caído en la lucha contra el capitalismo, sus dictaduras y sus fuerzas represivas; en la lucha por un mundo mejor para todos. Ellas y ellos se convirtieron en mártires y símbolos de las luchas populares, siempre les recordaremos como jóvenes valientes, con todas sus fortalezas y todo su compromiso que los llevó incluso a entregar sus vidas.

Dentro de esos mártires juveniles, hay dos que queremos recordar ahora, por el paralelismo de sus vidas, su militancia y sus asesinatos en manos de las fuerzas represivas del estado burgués.

Líber Arce nació en 1938 y murió a los 29 años de edad en Montevideo, el 14 de agosto del año 1968. Milton Reyes fue un año menor, nació en 1939 y murió a los 30 años de edad, presumiblemente el 12 abril de 1970 (o un día antes) en Quito. Ambos fueron asesinados por la policía, y sus funerales fueron apoteósicos, una muestra de que los luchadores revolucionarios consecuentes tienen una profunda raíz en sus pueblos.

“Líber Arce fue un joven del pueblo. Vivió toda su vida en el Cerrito de la Victoria, y cursó primaria en la Escuela No 56 de Las Acacias, ciclo básico en el Liceo Rodó y preparatorios en el IAVA. Ingresó a la Facultad de Arquitectura a fines de los años 50, afiliándose a la Unión de la Juventud Comunista (UJC) en 1958, en medio de las luchas estudiantiles y obreras por la aprobación de la Ley Orgánica. Complementaba sus estudios en Arquitectura con el trabajo en el puesto de frutas y verduras de sus padres”. Más tarde, Líber estudió en la Escuela de Prótesis Dental de Odontología, en la misma Universidad de la República, con el fin de poder acceder más pronto a un ingreso económico, allí siguió militando y fue dirigente estudiantil.

“Fue contra la violación a la autonomía universitaria perpetrada por el gobierno pachequista (se refiere al gobierno represivo de Jorge Pacheco Areco, que allanó la Universidad de la República pocos días antes del asesinato de Líber Arce), por el levantamiento de las Medidas y por mayor presupuesto para la Universidad que estudiantes de Odontología, Veterinaria, Enfermería y Medicina del Hospital de Clínicas, se congregaron en la Facultad de Veterinaria el lunes 12 de agosto. El objetivo era difundir entre los vecinos de la zona las reivindicaciones estudiantiles, y realizar una movilización rápida sin aviso previo, para evitar la represión. La FEUU había resuelto realizar tres de estas “operaciones relámpago” en Montevideo ese día, en Veterinaria, Agronomía y en el centro montevideano.​

Líber Arce se encontraba entre los pocos cientos de estudiantes que a media mañana se disponían a salir de la Facultad por la calle General Prim (hoy Líber Arce), rumbo a Rosell y Rius. Luego de avanzar algunos metros, se toparon con un vehículo policial del que bajaron tres policías y un oficial, Enrique Tegiacchi Brenes. Los policías pertenecían a la Seccional Novena, cuyo comisario, Juan María Lucas, formó parte del selecto grupo de policías escogidos por la CIA a comienzos de 1968, como principal autor de la futura Dirección Nacional de Información e Inteligencia. Poco tiempo después, Lucas formaría parte además del Escuadrón de la Muerte.

Al ver a los policías, en un comienzo los estudiantes retrocedieron. Luego, uno de ellos avanzó y tras él una estampida de compañeros suyos hizo retroceder a los agentes. Tegiacchi desenfundó entonces una pistola fuera de reglamento marca Tala calibre 22, adquirida en Buenos Aires durante una “capacitación” en la policía bonaerense. El segundo disparo que realizó entró por la parte posterior de la raíz de la pierna izquierda de Líber, impactando en la arteria femoral. Poco después fue conducido al Hospital de Clínicas, donde ingresó en estado de shock, estabilizándose varias horas después. Pese al éxito inicial de la intervención a que fue sometido, Líber falleció sobre las 10.30 de la mañana del 14 de agosto de 1968.” https://es.wikipedia.org/wiki/L%C3%ADber_Arce


Escena de la marcha desde la Universidad de la República (Montevideo), funeral de Líber Arce

Estiman que en la marcha del funeral de Líber Arce hubo 250.000 personas, y ello, hablando de un país como Uruguay que para entonces tenía 2,7 millones de habitantes, es enorme, una décima parte de la población estuvo en las calles despidiéndolo y el resto de uruguayos lo hizo desde sus casas y lugares de trabajo. Líber Arce se convirtió en un símbolo revolucionario de Uruguay y el 14 de agosto fue definido como el “día de los mártires estudiantiles”.

El funeral de Milton Reyes fue igualmente multitudinario. Decenas de miles de estudiantes universitarios y secundarios, obreros y pobladores, acompañaron el cortejo en Quito, que salió de la Universidad Central del Ecuador, subió a un barrio popular de la ciudad, San Juan (el camino que había seguido días antes una movilización estudiantil liderada por Reyes, donde fue secuestrado por la policía), y luego retornó a la Universidad Central, a la Facultad de Jurisprudencia, donde reposan sus restos.

Yo era estudiante secundario del Colegio Mejía cuando ocurrió el asesinato de Milton Reyes, y vivía en San Juan. Vi, junto a otros jóvenes del barrio, como a primeras horas de la mañana de aquel día del cortejo, tanques de guerra y tropas militares se ubicaron hacia el norte del parque y planicie alta que queda delante del antiguo Hospital Militar (hoy Centro de Arte Contemporáneo). Sus cañones apuntaban a la Universidad Central. Tal era el miedo que el gobierno represivo de Velasco Ibarra tenía a la ira popular por ese asesinato político; unos meses más tarde Velasco se declaró dictador.


El cortejo de Milton Reyes, bajando por una calle de San Juan, en Quito

Líber Arce y Milton Reyes tenían mucho de común, como seguramente otros líderes estudiantiles latinoamericanos de la época, caídos en la lucha junto a sus pueblos. La década de 1960 fue muy relevante en las luchas sociales, no sólo en Latinoamérica sino en todo el mundo, y sus ecos se sintieron hasta muy entrada la década de 1970.

Sergio Ramírez, al referirse a la novela “Rayuela” de Julio Cortazar, que apareció por primera vez en junio de 1963, lo resume: “Rayuela tuvo su sitial en medio de la humareda y de los ruidos que aún no se apagan del concierto de Woodstock, los gritos de histeria que recibían a los Beatles en los escenarios, las protestas por la guerra de Vietnam, las marchas por la igualdad racial en Estados Unidos, el fin de los regímenes coloniales, los movimientos de liberación en Argelia y el Congo, las calles de Paris en mayo y la plaza de Tlatelolco en octubre de 1968. Frantz Fanon y el Che, Janis Joplin y Martin Luther King, los Beatles y Ben Bella, Bob Dylan y Patricio Lumumba, los Rolling Stones y Malcom X. Hagánle un lugar a Cortazar.”

Y la lista de Sergio Ramírez puede ser ampliada. Con la Revolución de los Claveles en Portugal, por ejemplo. O con la irrupción del canto nuevo latinoamericano, Violeta Parra y Víctor Jara en Chile, Atahualpa Yupanqui y Mercedes Sosa en Argentina, Viglietti y Zitarroza en Uruguay…

Pero, sobre todo, para Latinoamérica el principal referente para la juventud fue la Revolución Cubana. Y la lucha internacionalista del Che luego de la misma, hasta su muerte en Bolivia en 1967.

En ese ambiente de la década de 1960 surgen líderes estudiantiles como Arce y Reyes. Muy comprometidos con la lucha de sus pueblos, Uruguay y Ecuador. Soñaban que la revolución mundial estaba cerca, en plena ebullición en África como en Latinoamérica, en Asia como en Europa, incluso en Estados Unidos de Norteamérica con los Panteras Negras como líderes tan fuertes y tan queridos.

Pero también, y como consecuencia justamente de la revolución cubana, a la que no la vieron venir, la década de 1960 fue el inicio de intervenciones más agresivas del imperialismo yanqui en todo el mundo, sobre todo en Latinoamérica a la que consideraban (y consideran) su patio trasero.

No bastaba con el añejo intervencionismo de la Fundación Rockefeller, ni con las recientemente creadas Alianza para el Progreso, Cuerpo de Paz o la agencia de cooperación USAID. Aparentaban con ellas dar cooperación para el “desarrollo” y “la democracia”, para los pobres países saqueados que supuestamente tanto lo necesitábamos. Pero en el fondo lo que trataban era de profundizar las garras imperiales en nuestros territorios, para controlar a la población (incluyendo esterilizaciones masivas y sin consentimiento en mujeres de pueblos originarios de Bolivia, Perú y Ecuador / ver “Llucsi Caimanta” y “Yawar Mallku” de Jorge Sanjinés), penetrar en el territorio de pueblos amazónicos no contactados con el Instituto Lingüístico de Verano, siempre con el afán además de explorar y apropiarse de recursos naturales.

Estados Unidos necesitaba actuar de manera más agresiva en Latinoamérica, y las vías eran: la instalación de oficinas de la central de inteligencia (CIA), muchas veces en sus propias embajadas, otras veces encubiertas en instituciones de diverso tipo; y el reclutamiento de las cúpulas gorilas de las fuerzas armadas a través de la “Escuela de las Américas”, que un largo tiempo funcionó en la zona ocupada del Canal de Panamá, escuela de tortura, genocidio y golpismo.

En el Ecuador, luego de la toma del poder por la revolución en Cuba, la década de 1960 se inaugura con el cuarto y efímero gobierno de José María Velasco Ibarra. Velasco era un personaje polémico, fue cinco veces presidente de la República, apoyado en al menos la segunda ocasión por la izquierda ecuatoriana. En mayo de 1944, en plena segunda guerra mundial, luego de la insurrección popular que terminó con el gobierno oligárquico y dictatorial de Arroyo del Río, el partido comunista y el partido socialista -que formaban parte de la “Alianza Democrática Ecuatoriana”- fueron parte del gobierno provisional que preparó el terreno para el retorno de Velasco Ibarra, que había sido destituido casi una década antes.

Pero ese mismo Velasco Ibarra que siempre se sintió muy cómodo gobernando con la oligarquía y la derecha ecuatorianas, en su cuarto gobierno (1960-1961) tuvo un gesto muy importante con la revolución cubana, se negó a romper relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba a pesar de la gran presión de USA a través de la CIA y de la embajada; incluso se sabe que Velasco Ibarra se enteró en Guayaquil de los planes de la CIA para invadir Cuba y alertó al gobierno cubano a través de su ministro y hombre de confianza, Manuel Araujo Hidalgo. Eso le costó nuevamente la presidencia a Velasco; los medios y los analistas atribuyeron a otras razones su caída (por supuesto que había una crisis de acumulación en las oligarquías), pero lo cierto es que, como se supo más tarde (Diario de la CIA, Philip Agee), fue la CIA quien provocó y acrecentó las condiciones para la caída de Velasco, que ya no era de confianza del imperio, fue reemplazado por el vicepresidente, Carlos Julio Arosemena Monroy, hijo de la oligarquía, que a pesar de su supuesta simpatía con la revolución cubana, muy expedito rompió relaciones con Cuba e inició un ciclo de gran represión contra la izquierda, el movimiento sindical y el movimiento estudiantil, que se mantuvo y creció aún más con la dictadura militar presidida por Castro Jijón (1963-1966), puesta allí por el gobierno norteamericano y la CIA. (Ver “La Izquierda Ecuatoriana en el Siglo 20 – aproximación histórica”, Germán Rodas https://digitalrepository.unm.edu/cgi/viewcontent.cgi?referer=&httpsredir=1&article=1092&context=abya_yala)

Para entonces, Milton Reyes tenía un poco más de 20 años de edad y era ya un joven militante, primero de la Unión Revolucionaria de la Juventud Ecuatoriana (URJE) y luego del Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador (PCMLE), muy afín en aquel tiempo a China. Estuvo preso Reyes en el Penal García Moreno a fines del gobierno de Arosemena e inicios de la dictadura militar, junto a cientos de dirigentes, militantes y activistas de izquierda, sindicales y estudiantiles; otros fueron confinados en las islas Galápagos y algunos más tuvieron que exiliarse fuera del país.

Velasco Ibarra tuvo una presidencia más, la quinta y la última, desde 1968 hasta 1972 en que fue derrocado por las fuerzas armadas y remplazado por la dictadura nacionalista de Rodríguez Lara, al inicio del boom petrolero. Velasco Ibarra había declarado la dictadura civil en junio de 1970, luego de una crisis de gobernabilidad y levantamientos populares. Meses antes su gobierno secuestró y asesinó al dirigente estudiantil Milton Reyes que al momento era presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUE); más tarde, Velasco clausuraría y ocuparía militarmente la Universidad Central del Ecuador y la Universidad Estatal de Guayaquil.

Milton Reyes  fue “estudiante de sociología, nacido en 1939 en Alausí provincia de Chimborazo, sus estudios secundarios los realizara en Riobamba en el centenario colegio Pedro Vicente Maldonado donde por sus méritos llegaría a ser presidente del Círculo Estudiantil, fundando el periódico estudiantil “PLUS ULTRA” (hacia adelante), en su vida estudiantil secundaria enfrentó al gobierno de Camilo Ponce, realizando varias movilizaciones en su provincia: en 1957 los estudiantes del colegio Maldonado en Riobamba decretaron una huelga general para rechazar el cobro de 0.50 centavos a los exámenes,  situación que provocó que los colegios Vicente Rocafuerte en Guayaquil, el Instituto Nacional Mejía y Juan Montalvo en Quito se declaran en huelga, para 1960 un grupo de jóvenes de varias partes del país entre ellos Milton Reyes  fundan la URJE (Unión Revolucionaria de la Juventud Ecuatoriana), para 1962 la Convención Nacional de la URJE realizada en Guayaquil resuelve  implementar las acciones necesarias para el inicio de la lucha armada en el país, los jóvenes que habían encabezado las movilizaciones en todo el país y que su edad oscilaba entre 18 y 30 años fueron los primeros en querer ser parte de este proyecto naciente, el lugar escogido para esta acción fue la “LIBERTAD DEL TOACHI” lugar ubicado a pocos kilómetros de la provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas, este proyecto guerrillero no prosperó y provoca la detención de más de 70 jóvenes entre ellos Milton, estuvo preso alrededor de 3 meses en el Penal García Moreno acusado de subversión, para 1964 contribuye a la fundación del Partido Comunista Marxista Leninista PCMLE, en 1969 ingresa la Universidad Central del Ecuador y en 1970 llega a ser Presidente de la FEUE- filial Quito.” https://www.revistarupturas.com/un-joven-llamado-milton-reyes.html

La década de 1960 y comienzos de la de 1970 cobraron también otras víctimas entre jóvenes revolucionarios en el Ecuador, entre ellos Raúl Cedeño, René Pinto y Fausto Vargas del MIR, organización que se había constituido a mediados de la década de 1960 a partir de URJE.

No es coincidencia que Philip Agee, un eficiente agente de la CIA, que actuó en Ecuador entre 1960 y 1963, fuera luego para el Uruguay, en una etapa en la que se estructuraba el MLN Tupamaros y cuando el movimiento estudiantil tenía una gran efervescencia. Uno de los dirigentes estudiantiles muy activos en la década de 1960, fue precisamente Líber Arce, militante del Partido Comunista del Uruguay. Más tarde, Agee renunció a la CIA, denunció sus acciones en Latinoamérica, tuvo que buscar refugio primero en Suecia y luego en Cuba donde falleció a inicios del siglo XXI.

El paralelismo en las vidas de Líber Arce y Milton Reyes es impresionante, pero explicable por las circunstancias que vivía Latinoamérica.

Ambos son hijos del pueblo que van a estudiar en una universidad estatal.

Ambos viven en una época de gran fervor revolucionario por el reciente triunfo de la revolución cubana, pero también de gran represión de gobiernos generalmente dictatoriales. De gran penetración del gobierno de USA a través de la CIA y otras instituciones intervencionistas.

Ambos deciden militar en organizaciones de izquierda y se convierten en líderes y dirigentes estudiantiles.

Ambos son asesinados, casi a la misma edad, durante movilizaciones estudiantiles, por los cuerpos represivos de gobiernos dictatoriales entrenados por el imperialismo gringo.

Ambos son mártires y referentes en la lucha de sus pueblos, especialmente de la juventud que sigue sus pasos.

hnc / 2 julio 2025

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