EL MUNDO NECESITA CON URGENCIA DE CORDURA

 


“En 1945, mientras este día nacía, murió Hiroshima.

En el estreno mundial de la bomba atómica, la ciudad y su gente se hicieron carbón en un instante.

Los pocos sobrevivientes deambulaban, mutilados, sonámbulos, entre las ruinas humeantes. Iban desnudos, y en sus cuerpos las quemaduras habían estampado las ropas que vestían cuando la explosión. En los restos de las paredes, el fogonazo de la bomba atómica había dejado impresas las sombras de lo que hubo: una mujer con los brazos alzados, un hombre, un caballo atado.

Tres días después, el presidente Harry Truman habló por radio.

Dijo:

Agradecemos a Dios que haya puesto la bomba atómica en nuestras manos, y no en manos de nuestros enemigos; y le rogamos que nos guíe en su uso de acuerdo con sus caminos y sus propósitos.”


Eduardo Galeano «La bomba de Dios»

 

Las pesadillas de Hiroshima y Nagasaki renacen. El mundo está amenazado, como nunca antes. Es probable que, no en años sino en pocos meses, la vida desaparezca sobre el planeta Tierra, tal cual ahora la conocemos.

La amenaza ha estado siempre latente desde aquella mañana del 6 de agosto de 1945 en que un avión estadounidense sobrevolaba Hiroshima y, antes de ser detectado, lanzó a "Little Boy", nombre clave de aquella primera bomba nuclear lanzada contra población civil inocente.

Dependemos de locos que se creen dioses, dispuestos a dar una orden. Y las posibilidades son mayores si Kamala Harris, la representante de un partido otrora “demócrata” hoy ultra guerrerista, llega al poder. El jueves 22 de agosto de 2024, durante la convención demócrata en Chicago que proclamó su candidatura presidencial, Harris afirmó: “Como comandante en jefe, me aseguraré de que Estados Unidos tenga siempre la fuerza de combate más fuerte y letal del mundo…”. Y esa fuerza de combate más fuerte y más letal, es nuclear, no cabe duda.

Según señala Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller y convocante a la formación de la Coalición Internacional por la Paz (CIP), en su declaración del 23 de julio de 2024 “A juzgar por el enfoque de la reciente cumbre de la OTAN en Washington, que definió a Rusia como la ‘amenaza más significativa y directa’, a China como un ´desafío sistémico para la seguridad euroatlántica’ y, planteó en general, la perspectiva de una OTAN Global, parece que ya no hay lugar para la diplomacia y el diálogo como medios para resolver los conflictos. Con las numerosas escaladas que vemos en todo el mundo, desde Ucrania hasta el Sudoeste de Asia (Oriente Medio) o el Indo-Pacífico, cada una de ellas tiene el potencial de convertirse en un conflicto nuclear global en un plazo de tiempo muy breve.”

Según un documento filtrado de la Comisión sobre la Estrategia de Defensa Nacional de Estados Unidos de Norteamérica, elaborado en la actual gestión de Biden y que Kamala Harris lo conoce perfectamente, USA se estaría preparando para librar una guerra simultanea en tres frentes: Rusia, China y República Popular de Corea (Corea del Norte).

Para ello requiere de sus actuales aliados de la OTAN, así como expandir la organización militar multinacional. No están dispuestos a perder Ucrania, y Zelenski es un aliado clave al que sostendrán a toda costa. La OTAN y las principales instituciones de Occidente se aferran al objetivo de que hay que infligir a Rusia una "derrota estratégica"; para la Unión Europea, la diplomacia y el diálogo están prohibidos. Europa, y especialmente los países situados más al oriente, serán fundamentales para esa estrategia, de allí la importancia de Ucrania, pero también de Alemania; las armas nucleares “tácticas” serían disparadas desde esos países en el caso de una guerra abierta de la OTAN contra Moscú; ello permitiría a USA concentrar fuerzas en el ataque a China y Corea del Norte.

El plan seguramente se fraguó muchos años antes, cuando inició el cerco a Rusia implantando bases militares y gobiernos títeres en países de la ex URSS y del ex bloque socialista de Europa del Este. El plan continuó cuando la CIA financió el Euromaidán ucraniano de los años 2013 y 2014, que finalmente sentó a Zelenski en el poder, permitiéndole negocios sucios; más tarde pagaría el favor.

Los halcones norteamericanos van a requerir de aliados incondicionales. No sólo europeos, sino Israel, Australia, Canadá, Corea del Sur, Taiwan e incluso Japón (a pesar de las heridas nunca sanadas de Hiroshima y Nagasaki) y quien sabe, otros países que al momento se alineen; tendrán que cumplir papeles importantes y nefastos.


Los principales objetivos de la tercera guerra mundial abierta, que Estados Unidos quiere desatar, son sin duda económicos. No soporta que el desarrollo de China, Rusia y otros países de economías emergentes acabe con un mundo unipolar. Y no le queda mucho tiempo. Todas las proyecciones aseguran que para el año 2050 China y la India dominarán la economía mundial, USA quedaría en un tercer lugar, sólo dos países europeos, Alemania y Reino Unido, se mantendrían al final de la tabla de las diez economías más grandes, otros serían desplazados por países emergentes como Indonesia, Brasil o México; y se mantendrían también entre las economías más grandes, Rusia y Japón. Ello significa un nuevo orden mundial (ver el primer gráfico).

Pero, la crisis grave para la economía norteamericana vendría aún antes. Algunos expertos estiman que máximo para el año 2030, y ello cambiaría radicalmente el panorama. No se puede sostener una economía, por más grande que esta sea, sin bases productivas reales, sólo con capital financiero especulativo y con la impresión de dólares sin ningún respaldo. La deuda externa de Estados Unidos de Norteamérica y de la mayoría de países europeos sobrepasa el 100% de su producto interno bruto (PIB), y en algunos casos como Irlanda, Grecia, Países Bajos, Reino Unido y Suiza, oscila entre 300 y más de 500% de su PIB total. Los países del capitalismo central saben que no pueden pagar esas deudas, y sin embargo exigen el pago puntual a los países del “Tercer Mundo”.

Y esa grave e insostenible crisis económica, que tiene consecuencias sociales en la población más empobrecida de sus países, es una verdadera bomba pronta a estallar. Pero la crisis se refleja también en la capacidad militar, que paradójicamente es uno de los pilares que sostiene al capitalismo central. Los países capitalistas necesitan de las guerras para su absurda economía basada en la producción de males y violencia, y no de bienes.


En este segundo gráfico, tomado de una exposición de Fernando Moragón (¿Buscan Zelenski y la OTAN una guerra nuclear? https://www.youtube.com/live/HT7fQgURZ2Q), se ve como el financiamiento de la infraestructura militar de Estados Unidos de Norteamérica se ha deteriorado después del pico máximo alcanzado durante la guerra de Corea (1952 con 16,9% del PIB); tuvo algunos picos de ligera recuperación durante la guerra de Vietnam, la guerra fría con la ex URSS y las invasiones a Iraq y Afganistán, pero nunca más se alcanzaría las cifras de los años 50, ni siquiera las de los años 60 del siglo pasado. Ello hace suponer a algunos expertos que la capacidad militar regular de USA es realmente un desastre, no le permitiría mantener una guerra prolongada y de gran magnitud; sin embargo, tiene suficientes ojivas nucleares tácticas y estratégicas, por lo que la guerra nuclear es su alternativa, la más rápida; en ello seguramente pensó Kamala Harris en su discurso. Si no puedo ser el primero, prefiero destruir el mundo.

Según el Boletín de Científicos Atómicos, una organización académica independiente, sin fines de lucro, para el año 2023 las reservas mundiales estimadas de armamento nuclear serían (ver tabla):


(Tomado de Wikipedia)

Lo cual pinta un panorama espeluznante. Se supone que 4 armas nucleares estratégicas de gran poder serían suficientes para destruir el mundo. Estados Unidos ya tiene asegurado un enorme arsenal nuclear en Israel, relativamente cerca de Moscú, pero necesita también montar armas nucleares, aunque éstas sean tácticas (de menor poder destructivo), en Ucrania y Alemania; en Alemania ya hay un amplio movimiento cívico que se opone. Queda una duda de si Pakistán actuaría o no como aliado de USA y la OTAN en esta absurda e inimaginable guerra, muy probablemente sí, y ello vuelve aún más compleja la situación.

Frente a esta locura que nos amenaza a todos los seres humanos y al planeta, queda como única y última alternativa la acción de la sociedad civil a nivel mundial. Ojalá se pueda consolidar una gran movilización que se oponga a la guerra y a las armas nucleares; como nunca antes estamos ante una situación global muy crítica. Seguramente, mientras más aumente la conciencia sobre este verdadero holocausto que se avecina, aumentaran las acciones de oposición en Europa y Norteamérica; pero, en otras regiones como América Latina tendremos también que movilizarnos, ¿habrá la capacidad para ello? Hasta el momento en Ecuador han sido unos pocos centenares de personas las que se movilizan por una causa urgente como la del pueblo palestino, el reto por la paz mundial será aún mayor.

Existe y hay que apoyar la iniciativa liderada por la activista política alemana Helga Zepp-LaRouche, la Coalición Internacional por la Paz, que pretende aglutinar la voluntad de líderes mundiales de diverso tipo, para oponerse a una posible guerra nuclear y a las armas nucleares, retomando las luchas que antes desarrollaron otras organizaciones como la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (Premio Nobel de la Paz 1985).

La coalición hace un llamado para crear un "Concilio de la Razón" (ver resumen del llamado en https://larouchepub.com/spanish/actualidades/2024/07/0724-llamado-crear-concil-razon.html), como contrapeso a la ideología guerrerista de gobernantes y militares que hacen del genocidio su culto.

hnc/26agosto2024

 

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