INOCENTADA CON EL IESS


Mientras unos niños ricos hacen piques en la Shyris y chocan el Mercedes Benz y el BMW de papá y mamá contra otros vehículos; millones de ecuatorianos cierran el año 2023 en condiciones de pobreza y extrema pobreza, uno de cada cuatro niños sigue teniendo desnutrición crónica a pesar de los intentos de los técnicos de Lasso por falsear las cifras, en los niños indígenas la situación es aún más grave.

Los homicidios que ya tuvieron su cifra récord en el 2022 (4.451, la mayoría jóvenes de sectores populares asesinados en las cárceles y fuera de ellas), parecen este año 2023 alcanzar un nuevo récord, cuando se acercan a 8.000.

Y el gobierno oligárquico de Daniel Noboa Azín arremete sin piedad contra el pueblo, ahora contra los trabajadores, con las pretendidas reformas al IESS. Inició con la eliminación de los umbrales para el porte de drogas por los consumidores, criminalizando a los más pobres, porque a los consumidores ricos y a los narco-generales, nadie les tocará.

Y paralelamente emite políticas que benefician a los más ricos, Ley Orgánica de Eficiencia Económica y Generación de Empleo, edulcorada como generadora de empleo para jóvenes: “Se podrá deducir un 50% adicional del gasto sueldos y salarios sobre los que se haya aportado al IESS por la contratación de jóvenes entre 18 a 29 años…”.

Sólo con esta disposición de la mentada ley: “Se dispone la remisión de intereses, multas y recargos de las obligaciones tributarias o fiscales internas cuya administración y/o recaudación le corresponde al SRI; siempre que el pago se realice dentro de los primeros 150 días posteriores a la publicación de esta ley.” Se condona una deuda de 92 millones de dólares (correspondiente intereses multas y recargos, dentro de un total de 170 millones de deuda al SRI) al Grupo Noboa de la familia del presidente Daniel Noboa Azín; pero condonaciones importantes también benefician a otros grupos económicos poderosos.


La ley económica urgente fue aprobada con 107 votos el 19 de diciembre de 2023, en base al voto duro de la mayoría legislativa liderada por el correísmo, socialcristianos y el gobierno. Ratificando que el correísmo es un actor más del poder burgués y no un partido “revolucionario”, como pretenden confundir al electorado.

Pero también hay otras “joyas” en esa ley aprobada por la alianza que cogobierna:

“Impuesto a la salida de divisas:

Estarán exonerados de ISD los pagos por inversiones en fondos administrados o colectivos de inversión constituidos en el Ecuador. De igual forma, se encuentran exentos, los pagos por importación de bienes de capital y materias primas efectuados por sociedades que suscriban contratos de inversión a partir del 29 de noviembre del 2021

Alianzas público - privadas

Se crea el régimen para la atracción de inversiones a través de asociaciones público-privadas, el cual regula la participación del sector privado en proyectos desarrollados en alianza con el sector público.

El plazo máximo de vigencia de un contrato en asociación público privada podrá ser de hasta 30 años, los cuales podrán ampliarse una sola vez por 10 años adicionales; sin que en ningún caso su vigencia sea menor a 5 años.”

Al parecer, el efecto Milei, ultra privatizador y anti derechos, está calando en otros países de Latinoamérica con regímenes neoliberales, como es el caso del Ecuador.

Y en ese marco de las “alianzas público – privadas”, un viejo cuento de las oligarquías refrendado en esta nueva ley, es que debemos entender los cambios que se proponen en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), de lejos la institución con mayor capital económico en el país, que es una tentación para los intereses privatizadores.

No es casual que el presidente Noboa Azín haya nombrado como delegado del Ejecutivo y presidente del Consejo Directivo del IESS, a un empresario del sector de los seguros privados. Eduardo Peña Hurtado, es presidente de Seguros Cóndor, ex presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, entre otras funciones empresariales. La seguridad privada (con dos votos, el de los empresarios y el del Ejecutivo) se toma nuevamente el IESS y en poco más de un año van a tratar de concretar lo que no pudo Guillermo Lasso con su pretendida reforma liderada por el agente del Banco Mundial, Augusto De la Torre.

No es casual tampoco, que inmediatamente Peña Hurtado designe como “director de hospitales del IESS” (querrá decir director de Salud) a Leonardo Viteri, un conocido dirigente político socialcristiano. La alianza gobierno - correísmo - socialcristianismo está funcionando.

Cuentan las malas lenguas (no me consta), que el afán que tenía Leonardo Viteri de denunciar la supuesta corrupción de Caroline Chang, primera ministra de salud de Correa, en la adquisición de ambulancias y otros equipos e insumos médicos, se debía a que sectores allegados al correísmo arrebataron ese negocio a los socialcristianos, igual que lo hicieron con los negocios del petróleo y otros como la relación con la industria del tabaco que en el período 2009-2011 fue copada por el entonces asambleísta de la Izquierda Democrática, Andrés Páez.

En una entrevista de Peña Hurtado con Carlos Vera (que tuve que tragarme para esta nota), Peña anuncia la designación de Viteri, a quien presenta como un hombre capaz y honesto (sic). Ambos, Peña y Viteri, se van a sacrificar por el país y por el IESS durante los próximos 17 meses, dejando la paz de sus proyectos privados, Vera los aplaude.

Pero también en la entrevista, Peña anuncia que continuará con el plan de Augusto De la Torre. A momentos, el entrevistador, Carlos Vera, finge preocuparse por los derechos de los afiliados y pensionistas, “¿cómo se les va a cargar más peso en un IESS ineficiente y corrupto?”. Peña ratifica que se aumentará el monto de aportes individuales, así como la edad de jubilación (65 o 70 años insinúa Carlos Vera y Peña asiente) y el número de años para el cálculo de la pensión de jubilación. Sentencia que va a condenar a los pacientes del IESS al acceso a sólo los 80 medicamentos de uso más común (que de hecho son los más baratos y responde al plan acotado de prestaciones promovido por el Banco Mundial desde la década de 1990). Los pacientes con cáncer u otras enfermedades catastróficas o raras, que se jodan; paralelamente se promoverá más los seguros privados, para quienes puedan comprarlos.

Miente Peña cuando dice que con 20 dólares de aportes para salud se cubre la atención de la familia, y multiplica por 4 (los miembros de la familia promedio). Según él, el IESS cubre prestaciones de salud a 12 millones de ecuatorianos. En la práctica, en una pareja de trabajadores ambos son afiliados, muchos trabajadores afiliados no tienen familia, y no todas las familias tienen hijos menores de 18 años

Claro, dicho de esa manera mal intencionada, suena a un mal negocio. Y muchos le hacen el coro en redes sociales: “sabe usted a cuantas personas se atiende en el IESS con sus aportes??  Se ha inflado la “cobertura de salud” del IESS con personas que aportan, agárrense…! $1,79 Si UN DOLAR CON 79 CENTAVOS mensual, POR EL “seguro” de él y SU FAMILIA…!!” (sic), en clara alusión de los neoliberales al seguro social campesino, que tiene otra lógica, solidaria, y otra forma de pago al SGSIF (seguro general).

Peña además adelanta supuestos mecanismos para cobrar la deuda pública y privada al IESS, mediante el traspaso de activos. En el fondo, quieren evadir la deuda pública y privada, principal raíz de la crisis.

En medio de su entrevista, Peña señaló que lo anunciado es sólo un bosquejo del plan. Que el mismo estará listo en 12 meses y entonces lo presentará para su aprobación en los órganos respectivos.

En realidad, ya conocemos cual es el plan. Lo conocemos desde hace años, es el recetario del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Es el mismo que anunció Augusto De la Torre al final del gobierno de Guillermo Lasso.

En marzo del año 2022, en pleno gobierno de Guillermo Lasso, la Internacional de Servicios Públicos (ISP) y el Centro de Derechos Económicos y Sociales (CEDES) desarrollaron el estudio “Condiciones y Riesgos de la Privatización de la Seguridad en el Ecuador”[1], que en forma resumida señala (a fines del año 2023 las cifras señaladas a continuación, seguramente aumentaron):

 La investigación analiza la situación financiera del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y las repercusiones negativas para los afiliados por una eventual administración privada de los fondos de pensiones y de salud.

A diciembre de 2021, el Fondo de Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte registró ingresos por USD 3.129 millones, frente a USD 5.400 millones de egresos, lo que genera un déficit de USD 2.271 millones.

La deuda del Estado con el IESS supera los USD 8.000 millones, de los cuales USD 2.000 millones corresponden al pago del 40% del aporte del Estado al Fondo de Pensiones. A esto se suma la mora patronal por más de USD 2.000 millones.

Es decir, existen USD 10.000 millones adeudados a la Seguridad Social, recursos que podrían servir para enfrentar la crisis financiera de la institución y evitar su privatización.

Sin embargo, los últimos gobiernos no han incluido recursos en el presupuesto general del Estado para pagar la deuda, ni tampoco han emprendido acciones para cobrar a las empresas morosas.

Por el contrario, han permitido de manera deliberada agudizar la crisis, especialmente en los hospitales, para justificar la privatización, aunque en el discurso oficial se diga lo contrario.

El primer paso es la anunciada externalización de las farmacias de la red de hospitales públicos, que no es otra cosa que la entrega del negocio de los medicamentos a las empresas farmacéuticas privadas nacionales y transnacionales.

En la misma línea está el proyecto de Ley de Inversiones del Ejecutivo, que faculta al presidente de la República, mediante Decreto, delegar la administración privada a través de Alianzas Público-Privadas, de las entidades contempladas en el artículo 225 de la Constitución, entre las que consta la Seguridad Social.

La privatización se enmarca en las reformas que tienen que ver con:

·         Aumento de la edad de jubilación

·         Creación de cuentas individuales, rompiendo con el principio de solidaridad

·         Nueva fórmula de cálculo para la jubilación, en lugar de los mejores cinco años de aportaciones, bajará el monto de las pensiones.

·         Incremento del aporte de los trabajadores, que disminuirá sus ingresos mensuales.

·         Externalización de las farmacias hacia las cadenas farmacéuticas privadas, para que éstas lucren del jugoso negocio, con recursos de IESS, que son nuestros recursos.

El estudio del ISP y CEDES, también advierte sobre un conflicto de interés del entonces presidente del Consejo Directivo del IESS y delegado del Ejecutivo:

La ISP deja planteada la interrogante por un posible conflicto de intereses en favor de la privatización que tendría el presidente del Consejo Directivo del IESS, Francisco Cepeda, por estar vinculado a hospitales, seguros de salud e inmobiliarias privadas.

De acuerdo con información pública de la Superintendencia de Compañías, Cepeda es accionista del Hospital de Los Valles S.A. y de la constructora inmobiliaria Cepeda Gutiérrez.

También consta como gerente de Almeida Montero Cía Ltda., empresa de servicios de salud ambulatorios, cargo que fue conferido el 10 de agosto de 2020, por un periodo de 2 años.

Además, fue accionista y directivo de las empresas Safe Work Seguridad y Salud Laboral, Sermedipre Servicio de Medicina Prepagada, Conjunto Clínico Nacional Conclina, Saludsa Sistema de Medicina Prepagada del Ecuador, Medical Track Axxistrack, hospital del Río Hospirio, Cardiovalle, Hospivalle, Hospiservicio y Hospifuturo.

La propuesta presentada por la comisión encargada por Guillermo Lasso, (Comisión Ciudadana para la reforma a las pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social para darle sostenibilidad al sistema), en julio del 2023, ya cuando estuvo vigente la “muerte cruzada” que acortó el período presidencial y disolvió la Asamblea Nacional (es decir con un gobierno deslegitimado), pretende maquillar las intenciones. Plantea que no se aumentará la edad de jubilación, pero que si propone aumentar el número de aportaciones a 35 años para poder jubilarse (en la actualidad es posible jubilarse con 60 años de edad y 30 años de aportaciones). En la práctica, pretenden aumentar la edad de jubilación, porque muy pocos trabajadores a la edad de 60 años podrían contar con 35 años de aportes, requerirían haber aportado desde los 25 años de edad y con continuidad, sin ninguna interrupción.

Las otras propuestas de la comisión, son: Ampliar el número de los mejores años que se toman en cuenta para calcular la pensión jubilar (subiendo paulatinamente hasta llegar a 15 o 20 años). Dar incentivos para que las personas se jubilen más tarde con la promesa de tener una pensión más alta.[2]

Todas estas propuestas de Augusto De la Torre durante el gobierno de Lasso, son retomadas hoy por Peña Hurtado, quien no es muy diferente al ex presidente del Consejo Directivo del IESS (Francisco Cepeda), tiene también enormes conflictos de interés.

Hugo Noboa Cruz, 30 de diciembre de 2023

 

Comentarios

Entradas populares de este blog