PARÍS 2024: UNAS OLIMPIADAS CON DISCRIMINACIÓN E INTOLERANCIA
Las olimpiadas son un evento
político y París 2024 lo volvió a demostrar. La vieja disputa por ocupar el
primer lugar en el medallero, entre Estados Unidos de Norteamérica
(representante del mundo capitalista) y la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (representante del ideal socialista), hoy ha sido reemplazada por la
competencia entre USA y la República Popular de China. Y alrededor de estos
colosos del deporte, se alinearon y se alinean los demás países, con diferentes
matices.
Los países de Latinoamérica y el
Caribe, de África y de amplios sectores del Asia y Oceanía, en general
mantienen su autonomía y se reconocen más bien, en sus triunfos y derrotas, como
bloques con identidades y solidaridad regional, “tercermundista”.
Al finalizar las olimpiadas de
París, con las últimas pruebas del 11 de agosto de 2024, tal como se veía en
los diferentes pronósticos, USA y China lideraron el cuadro de medallas, con 40
de oro cada uno, aunque USA tiene más medallas de plata y bronce https://olympics.com/es/paris-2024/medallas.
El oro alcanzado por cada uno de estos dos países duplica al que les sigue en
tercer lugar (Japón con 20 medallas de oro).
A China le tocó competir en
cancha enemiga, con la presión de jueces, de directivos, deportistas y ex deportistas
de USA y el mundo occidental, que no perdonaron en natación los triunfos de
China en las emblemáticas pruebas de 100m estilo libre masculino (con récord mundial)
y el relevo 4x100m estilos masculino. Los inconformes lanzaron sin fundamento la
sospecha de dopaje en la delegación de nadadores chinos; pero la Agencia
Antidopaje de China, como respuesta, pidió “una mayor intensidad en las pruebas
a los competidores estadounidenses de atletismo, citando en un comunicado
escándalos de dopajes pasados y cuestionando el cómo la Agencia Antidopaje de
EEUU los manejó”. Se queja la agencia de China de los dobles estándares
aplicados a los competidores de su país, señalando las más de 600 pruebas
realizadas a nadadores chinos en los Juegos de París (un número extremadamente alto
comparado con los nadadores de otros países), sin encontrar violaciones.
Pero, el acoso al que fueron
sometidos los deportistas chinos (como antes se hizo con los rusos), en esta
ocasión también incluyó otros hechos sospechosos, como las múltiples amonestaciones
y sanciones a los atletas chinos durante la maratón de marcha por relevos
mixtos (que los retrasó significativamente), cuando una de las parejas de China
tenía los tiempos y antecedentes como para luchar por el oro olímpico, junto a
los equipos de España y Ecuador, que finalmente fueron los ganadores.
Aun así, el desempeño de la
delegación china, y a pesar de sus bajas en varios deportes como halterofilia,
fue excelente, en una cada vez más amplia variedad de deportes (medallas en 23
disciplinas), incluso en los que antes no contaba con deportistas clasificados.
Nuevamente en París 2024
volvieron a brillar los deportistas migrantes e hijos de migrantes, que
representaron no a su país de origen sino al nuevo país de residencia. El caso
de Sifan Hassan es uno de ellos, la atleta de origen etíope que representa a
los Países Bajos, que ya en Tokio 2020 logró oro en 5.000 y 10.000 metros
planos (en París 2024, sólo alcanzó bronce en estas dos pruebas) y que hoy
demostró su calidad al ganar oro en la maratón femenina. Pero quizá el caso más
emblemático de deportistas migrantes que ganaron medallas en París 2024, fue el de triple salto masculino, donde tres cubanos (Jordan Díaz, Pedro Pichardo y
Andy Díaz) que representaron a España, Portugal e Italia respectivamente,
ganaron oro, plata y bronce para estos países que los acogen. El éxodo de
deportistas cubanos de élite en las últimas décadas, ha sido importante y
lamentable.
Pero, sin duda, la imagen más representativa
de las olimpiadas París 2024, es la del luchador cubano Mijain López Núñez,
ganador de oro en lucha grecorromana, 130 kg masculino. Quien con este nuevo
triunfo alcanza un récord casi imposible de batir en cualquier disciplina,
cinco medallas de oro de un deportista individual, en cinco olimpiadas
sucesivas (Beijing 2008, Londres 2012, Río de Janeiro 2016, Tokio 2020 y París
2024). Un gigante Mijain, como otras leyendas cubanas de antaño. En un gesto
simbólico y lleno de dignidad, Mijain López se quitó sus zapatillas y las dejó
sobre el escenario de su triunfo, anunciando su retiro.
Otras polémicas
Las polémicas de las Olimpiadas París 2024 comenzaron mucho antes de su inauguración, cuando el Comité Olímpico Internacional, dominado históricamente por Norte América y Europa, decidió alinearse con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el sionismo. Expulsó a Rusia y Bielorrusia de la posibilidad de competir en París 2024, causando un grave daño a los deportistas y su régimen de preparación y competencias internacionales; el pretexto esta vez no tuvo que ver con el mundo deportivo, como el caso del dopaje, sino con la invasión y la guerra en Ucrania. Pero, con una doble moral, no hizo lo mismo con Israel que ejecuta un genocidio del pueblo palestino en Gaza; la explicación burda y claramente intervencionista del COI es que Rusia invadió a Ucrania, mientras que “Israel sólo se defiende de ataques terroristas” (sic), lo cual no puede ser más ridículo y parcializado.
Si esa fuera la razón, tampoco
debieron participar en las olimpiadas USA y todos los demás miembros de la
OTAN, que son quienes originaron y dan soporte a la guerra que se libra en
territorio ucraniano, sin ensuciarse las manos y sin poner los muertos. Además, no recuerdo que se haya suspendido la participación
de USA en olimpiada alguna, cuando tenía un enorme contingente militar en una
cruel y prolongada guerra de intervención en Vietnam que causó dos millones de civiles
muertos. Ello, amén de todas las continuas guerras de intervención y
ocupaciones militares de USA y algunos países europeos en todo el mundo, lo
cual -en la lógica del COI- debería dejarles de por vida lejos de las
competencias deportivas olímpicas y de otro tipo.
La exclusión de un gran
competidor como Rusia en las olimpiadas de París 2024, restó brillo y
legitimidad al evento. Eliminaron la posibilidad de ver a las y los destacados
deportistas rusos animando variadas competencias; y por supuesto, es cruel con
los deportistas. No debieran pagar los deportistas los conflictos políticos
en los que se involucran sus estados, menos aún con discriminación. En Tokio
2020 (2021), Rusia estuvo representada por el Comité Olímpico Ruso y obtuvo un
total de 71 medallas (20 de oro, 28 de plata y 23 de bronce), más de lo que
alcanza cualquier país, a partir del tercer puesto, en el medallero de París
2024. La discriminatoria exclusión de Rusia seguramente benefició a los
deportistas de otros países, más a los de mayor poder competitivo, USA por
ejemplo incrementó 13 medallas de Tokio a París (una de ellas de oro) y China incrementó
2 medallas (las dos de oro), por mencionar sólo los dos primeros países en el
medallero.
En un mundo convulsionado por
guerras y ocupaciones a la fuerza de territorios, pero también de una creciente
intolerancia a las personas diferentes, azuzado ello por iglesias y sectas
fanáticas; París también fue escenario de otros hechos vergonzosos. La condena
a las presentaciones artísticas durante un acto inaugural sui géneris, por
parte de grupos ultraconservadores e intolerantes, que confundieron la simbología
de las representaciones del Olimpo griego, con una burla a una obra
de Leonardo da Vinci, “La Última Cena”.
Y lo más grave, las agresiones y
acoso por medios y redes sociales, de esos mismos grupos conservadores, contra
una mujer boxeadora argelina, Imane Khelif (y no sólo contra ella sino también
contra la taiwanesa Lin Yu-ting), por considerar que sus diferencias no
permiten reconocerlas como mujeres. En buena hora la gran campaña de Imane en
París y su medalla de oro en los 66 Kg, que debería callar la boca a los
intolerantes, entre los que se incluye la patriarcal Asociación Internacional
de Boxeo, repudiada por el propio Comité Olímpico Internacional.
Ecuador y Latinoamérica en
París 2024
A pesar de esas situaciones
adversas, a las que se sumaron otras, como las críticas de algunos deportistas
a las condiciones de la villa olímpica (muchas delegaciones instalaron su
propio aire acondicionado) y de la alimentación, o el hecho de haber realizado
las competencias de natación de gran aliento en el río Sena, con altas
sospechas de contaminación; los ecuatorianos tuvimos grandes satisfacciones con
nuestros deportistas olímpicos.
No se logró dos medallas de oro
como en Tokio 2020, pero se alcanzó históricas cinco medallas en una sola olimpiada,
con la inclusión de un nuevo deporte en esas conquistas, la lucha femenina. Se
ratificó el potencial nacional en atletismo (marcha olímpica) y en halterofilia
femenina. Los nombres de Daniel Pintado (oro en marcha
atlética 20 Km y plata en maratón marcha relevos mixta) y Glenda Morejón (plata
en maratón marcha relevos mixta), Lucía Yépez (plata en lucha grecorromana femenina
53 Kg) y Angie Palacios (bronce en halterofilia 71 kg), se suman a los de los
otros miembros del “olimpo” ecuatoriano, Jefferson Pérez, Neisi Dajomes,
Richard Carapaz y Tamara Salazar.
Jefferson (oro en Atlanta 1996 y
plata en Beijing 2008), Daniel (oro y plata en Paris 2024) y Neisi (oro en
Tokio 2020 y bronce en París 2024, en esta última compitiendo con deportistas de
mayor peso) son además dobles medallistas olímpicos. Pero también conquistaron
diplomas olímpicos (un lugar entre los ochos mejores) en Paris 2024: la misma Glenda
Morejón (marcha atlética femenina 20 Km), María José Palacios (box femenino 60 Kg),
Gerson Congo (box masculino +92 Kg), Luisa Valverde (lucha libre femenina 57 Kg),
Lisseth Ayoví (Halterofilia +81 kg) y Génesis Reasco (lucha libre femenina 76
kg). Un gran rendimiento para una pequeña delegación de 40 deportistas.
Los países de Latinoamérica y el
Caribe (LAC), quedaron en las siguientes posiciones en el medallero de París
2024.
Como región, un rendimiento menor
al de Tokio 2020 donde se alcanzó un total de 74 medallas (contra 68 en París
2024). Pero, sobre todo el decrecimiento ha sido en medallas de oro, en Tokio
se logró 25, mientras que en París únicamente 13. Todos los países de LAC que
en Tokio conquistamos medallas de oro, para Paris 2024 disminuimos; no se trata
únicamente de Brasil y Cuba que disminuyeron el oro de 7 a 3 y de 7 a 2
respectivamente, sino que Jamaica también las disminuyó de 4 a 1 y Ecuador de 2
a 1. Bahamas, Venezuela, Bermudas y Puerto Rico, que en Tokio consiguieron oro,
en París no, y algunos como Venezuela no asoma en el medallero de París 2024. Sin
embargo, países que no conquistaron oro en Tokio, hoy lo lograron, Argentina,
Chile y República Dominicana, pero sobre todo destacan Guatemala y las
diminutas islas caribeñas de Santa Lucía y Dominica que por primera vez
conquistan oro olímpico.
Tanto en Tokio, como en París,
Ecuador se ubicó en el cuarto lugar en el medallero olímpico entre países de
Latinoamérica y el Caribe, detrás de gigantes deportivos como Brasil, Cuba y
Jamaica; delante de otros países hermanos que tuvieron delegaciones mucho más numerosas.
Como reza un grafiti difundido en
estos días por redes sociales: “el verdadero apoyo al deportista debe ser antes
de sus triunfos, hacerlo después es miserable oportunismo”. Ojalá no aparezcan quienes quieran sacar provecho político o de otro tipo de los logros de
nuestras y nuestros esforzados deportistas, que generalmente vienen de hogares
humildes (lo cual añade más mérito a sus triunfos) y que casi sin ningún apoyo estatal
han logrado ese sitial.
¡Salud campeonas y campeones! son
orgullo nacional.
HNC / 11 ago 2024
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